¡Hola de nuevo! J
En la entrada de
hoy voy a tratar el tema de las actividades
de lengua para la expresión/producción oral.
Según el MCER, el
término “actividades de lengua” se usa para hacer referencia a todas las
actividades que se llevan a cabo en relación con las destrezas receptivas (escuchar y leer) y productivas (escribir y hablar). Con
frecuencia, en cada actividad se suele combinar más de una destreza.
Si queréis saber
más sobre los tipos de actividades de lengua, o las diferencias entre los
términos actividad, ejercicio y tarea no dudéis en consultar mi post “Comprensión oral y escrita (sesión 1)”.
Pasemos ahora a las
actividades de expresión/producción oral:
Cuando hablamos de
este tipo de actividades, debemos tener siempre presentes los principios básicos
del enfoque comunicativo:
- La comunicación puede apoyarse en gestos e imágenes.
- Las actividades deben estar siempre contextualizadas para que así sean significativas.
- Debemos poner énfasis en la motivación intrínseca de nuestro alumnado,
es decir, interesarnos por lo QUE comunican, y no por la FORMA en que lo hacen.
- El proceso de aprendizaje debe estar basado en el ensayo/error:
aprendemos de nuestros errores, así que debemos valorar el esfuerzo
comunicativo.
A la hora de
enfocar una actividad de producción oral es importante tener en cuenta el
concepto “MINIMAX” o, lo que es lo mismo, minimizar el input por parte del/ de
la docente para maximizar el output del alumno o alumna. Esto quiere decir que
debemos implicar al alumno en la actividad que vamos a realizar, organizar muy
bien los materiales, etc.
A continuación, Luz
propuso ejemplos de actividades trabajan la imaginación, la memoria, o que sean
personalizadas.
Cuando trabajamos
con actividades que fomentan la imaginación
de nuestro alumnado, conseguimos que estas parezcan más interesantes y estimulantes
para los chicos y chicas, por lo que, generalmente, habrá una mayor
participación en el aula. Un ejemplo de este tipo de actividad sería imaginar
una historia que explique una cierta situación.
Si proponemos
actividades que trabajen la memoria no
solo estaremos trabajando la expresión/producción oral, sino que, además,
estaremos desarrollando nuestra capacidad de memorizar cosas. Un ejemplo de
actividad en la que los alumnos y alumnas trabajen la memoria sería aprender
los detalles de una historia que después tendrían que contar a sus
compañeros/as.
Por otra parte, si
planteamos actividades “personalizadas”,
estaremos despertando la curiosidad del alumnado, lo que favorecerá su
implicación en la actividad que se está realizado y, como resultado, su
aprendizaje será significativo. Un ejemplo de actividad personalizada sería
mostrar una foto nuestra o contar alguna anécdota de algún viaje que hayamos
hecho.
A la hora de
proponer cualquier tipo de actividad, también es importante tener claro cual es nuestro objetivo (tanto el del docente como el del alumno/a), es decir, el motivo por el cual hacemos una determinada actividad. Si lo que queremos/pretendemos es estimular la producción oral de
forma sencilla, lo recomendable sería emplear juegos, acertijos, practicar
alguna estructura… En cambio, si lo que buscamos es desarrollar y perfeccionar
la producción oral es conveniente realizar presentaciones individuales, en
grupos o por parejas, entrevistas o role plays.
Algunas estrategias
que combinan todo lo anterior pueden ser: brainstorming (que nos ofrecen
diversas posibilidades y podemos utilizar en muchos contextos), adivinar,
imaginar situaciones, predecir... En general, todas estas propuestas pueden
llevarse a cabo de manera individual o por grupos
Por último, mis
compañeros y compañeras han hecho, en clase, muchas actividades para fomentar
la producción oral. La verdad es que todas me han parecido interesantes y me
las guardo para el día que me toque a mí estar frente a una clase. Algunas de
ellas ya las conocía, como el juego de Taboo, o el de Have you ever…? pero, la
verdad es que, cuando yo era alumna, estas actividades solo las realizábamos al
final de trimestre para rellenar horas tras la evaluación y la mayoría de la
clase ni participaba. Una pena.
Si tuviera que
escoger solo una actividad de todas las propuestas, creo que me quedaría con el
poema “All My Great Excuses”. Me parece un texto genial y que daría pie a un extenso
debate sobre excusas acerca de no tener los deberes hechos, faltar a clase o no
hacer un examen.
Cando falo de que sempre temos que ter claro o obxectivo, o por que facemos unha actividade, non é só por que me interesa a min como profesora, senón por que me interesa a min como alumna. Refírome a que é importante que haxa unha razón real para, por exemplo, facer un texto escrito, non simplemente para practicar: unha carta para explicarlle á profe que dificultades atopo co inglés, uha receta favorita para compartir cs compañeiros, unha crítica dunha peli que me gustou para subir ao blog da biblioteca... Desa maneira consíguese que a aprendizaxe sexa significativa.
ResponderEliminarGracias por la aclaración y los ejemplos, Luz. Ahora mismo lo modifico :)
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